De sabor a rosas tu azul intenso,
de tus ojos verdes un jardín secreto.
De mi mar profundo, por tus alas rotas.
Corazón salvaje, corazonada,
cuanto deseaste solo una cosa: ser amada.
Falso movimiento, a un dios desconocido,
cuanto dolor hay en ese corazón que tanto a vivido.
Algodón de azúcar, manzana de caramelo,
dulce niña, piel de terciopelo.
Y se rompe tu recuerdo, olvidando aquello eterno,
Que huecas mis palabras, laberinto sin espejos
de belleza sin misterio, de deseo irracional.
Lo precioso de tus manos, un talento natural
lo sincero de tu alma, donde no existe maldad
ángel sin escudo, cisne, leopardo.
Arderán los malos, por espinas
de un infierno blanco que no vuelve.
Tanto cine, generosidad
camaleones, música, bondad.
Que mala esta poesía,
no da tiempo a decir todo lo que quería.
Me despido a dormir.
Gracias Nastassja por existir.
Aquí sí me quedo sin palabras. No tengo adjetivo para calificar esto. Precioso, es poco decir. Que suerte tiene la berlinesa, de que le dediquen tan bello sentir, eso sí súper merecido. Por siempre Nastassja Kinski!!!.
ResponderEliminarEste lado poético de ti me encanta. Yo sé que estás pensando que nada te convence de lo que escribes. Pero te lo digo yo: maravilloso.
Más besos, my dear friend.
Gracias Malvi, esta vez si sentía que me había quedado bien, los momentos de inspiración hay que aprovecharlos aunque te vengan a altas horas de la noche.
EliminarBesos muchos!!