Un tranvía llamado Deseo.

Un "Tranvía llamado Deseo" es recordar una de las más formidables actuaciones en la historia del cine, con 12 nominaciones y ganadora de 4 oscars (incluyendo mejor actriz) este drama sicológico escrito por Tennesse Williams y dirigido por Elia Kazan nos arrastra hacía el mar emocional, y sueños rotos de Blanche Dubois, una ex-profesora de lengua inglesa que es despedida esporádicamente por mantener una relación con un alumno adolescente, asi va en busca de su hermana en un intento de encontrarse a sí misma.

Siempre se ha destacado el papel de Marlon Brando en esta película, que decir que el gran Brando esta espléndido, mezcla ese machismo primitivo y malas maneras con su encanto personal y su poderoso atractivo (nunca existirá un actor como el), a pesar de hacer un personaje tan poco agradable, esos personajes masculinos retrogrados que tan poco me gustan, en este caso si le pones el cuerpo y la cara de Marlon Brando es fácil hacer una excepción. Pero para mi la verdadera estrella de esta película es sin duda Vivien Leigh haciendo el papel de su vida y el mejor desde "Lo que el viento se llevó", esta mujer en esta película esta extraordinaria, una de las mejores interpretaciones en la historia del cine, quizá porque el momento personal que estava viviendo tenía algo que ver con su personaje, aún enseñando muy poco te haces la idea de la personalidad de su personaje, alguien que seguramente fue espléndida años atrás pero que en la madurez de sus cuarenta, se encuentra como una niña deseando ser abrazada. No existen palabras para describir a Vivien en esta película, hay que verla, sentirla, dejar que te arrastre hacía donde ella quiera, hacía ese laberinto escondido en lo más profundo de las tinieblas del corazón. Como olvidar esos baños de agua caliente que se daba para calmar sus nervios, ese encanto tan infantil a la hora de describir las cosas, como si nos quisiera decir que ya lo ha visto todo en este mundo y lo único que le quedase fuera la capacidad de seguir creyendo en lo bueno de las cosas y las personas. Su alma desgarrada que lacera y que busca alguien que pueda lamer y curar sus heridas más profundas. Todo eso es Blanche Dubois, un personaje totalmente reconocible de esos que cuando los ves los entiendes desde algún lugar profundo de tu ser. Toda ella, sus formas, su manera de hablar, una mujer que arrastra su baúl lleno de vestidos y sueños rotos allá donde va. Que esta deseando amar y ser amada, que busca la dignidad entre escombros, me imagino que algún indeseable le arrebató la inocencia y la hico ser así. Y ese Marlon Brando que la humilla y la agrede y le recuerda constantemente que es la sombra de la mujer que fue. También destacaría la otra actriz que hace de su hermana y esposa de brando, la química entre las dos es más que evidente, esa intimidad entre hermanas y ese amor que Vivien Leigh refleja a la perfección. A Vivien le costó mucho hacer este personaje, por eso es fácil ver su corazón y lo que ella era,  las tinieblas de Blanche que eran las propias tinieblas de Vivien. La última escena es tremenda, y me duele cada vez que la veo. La vería una y mil veces, esa imagen de Blanche bajando del tren con la niebla, tan misteriosa, los claroscuros de su rostro como si no quisiera que la viéramos con claridad, el inocente romance que tiene con el amigo de Brando, todo la convierte en un personaje tan entrañable y lastimado. Vivien Leigh de esas actrices que se encuentran una entre un millón, como si una parte de mi estuviera enamorada de ese personaje, porque me transmite dolor y ternura, porque dan ganas de quererla y abrazarla. Una vez que la has visto es difícil olvidarla.