Fucking Amal

Amo la honestidad del cine sueco y "Fucking Amal" es una muestra de ello. Realmente no es una película espectacular, con grandes decorados o con grandes estrellas de cine.
Conocí esta película gracias a las excelentes críticas que leí en una revista de cine, "película de adolescentes diferente", "merece la pena verla", sin más no pude resistirme.
Es muy original la manera que tiene de retratar la homosexualidad femenina adolescente, nada tiene que ver con lo que estamos acostumbrados a ver. Me reafirmo en que no es la típica historia adolescente, con chicas desnudas, sexo y más sexo, insulsos actores, estupidez y muchas hormonas. "Fucking Amal" es todo lo contrario a eso, es todo lo contrario a una película adolescente americana. Las dos chicas protagonistas extraordinarias, especialmente Alexandra Dahlstrom en el papel de Agnes, consigue dar un realismo, ternura y transparencia a su personaje fuera de lo común. La otra chica que interpreta a Elin igualmente genial, transmite a la perfección, la frustración de vivir en un pueblo donde las "Spice Girls" se mantienen todavía como número uno en las listas de música. Lukas Modysson retrata a la perfección el mundo interior adolescente, en especial el de Agnes, una chica hipersensible enamorada de Elin en secreto, que tiene como única amiga a una chica en silla de ruedas. Agnes tiene que lidiar cada día con la hostilidad de sus compañeras de clase y cuando llega a casa arrastra esa hostilidad hasta el punto de no sentirse en ningún momento comprendida. Por otro lado su padre intenta comprenderla interesándose por lo que le gusta, por ejemplo la música, pero Agnes sigue sin salir de la espiral de la incomprensión.
Una cosa muy personal que me transmite "Fucking Amal" es que me recuerda mucho a mis años de estudiante en el instituto, los actores de esta película me recuerdan mucho a mis compañeros de clase, en especial Elin. Tienes la sensación como si colocaran una cámara secreta que observara la vida de unos chicos jóvenes que todavía no tienen claro su futuro, en ningún momento tienes la sensación de ver actores actuando, lo único que ves son personajes auténticos, nacidos de la honestidad absoluta, sin pretensiones alguna, sin atisbos de grandeza, sin querer ser especiales, únicamente siendo ellos mismos, con sus defectos, sus secretos y sus sueños. Es realmente difícil encontrar una película tan honesta como esta, seguramente tendrá miles de defectos (yo no veo ninguno) y no tendrá el mejor guión, pero respira frescura y transparencia en cada una de sus secuencias. El cine sueco me recuerda al cine español por lo cercano de sus historias y porque sus actores no pretenden ser grandes estrellas si no actores de verdad.
Para todos los que amamos los personajes auténticos y somos capaces de apreciar una historia sencilla con mucha honestidad y corazón.