lunes, 23 de septiembre de 2013

Merci pour le chocolat.


Primero espero no decepcionar a Malvina, y escribir acorde con el significado de "Merci pour le chocolat".
Me sucedió igual que con "Borrachera de poder", con el cine de Chabrol en un principio me cuesta meterme en la trama pero una vez que te atrapa y estás dentro, se disfrutan mucho sus historias.
El comienzo de la chica con su madre y una amiga comentando que cuando nació,  un famoso pianista la había confundido con su hijo en maternidad, fruto de un error de la enfermera, a partir de ahí la joven siente curiosidad por conocer al pianista y lo visita en su casa. Vemos también como Mika, una ejecutiva del negocio del chocolate se casa con el famoso pianista, siendo ella la segunda esposa, ya que la primera desapareció misteriosamente en un accidente de coche por tomar somníferos.
Por lo poco que conozco de Chabrol siempre me han parecido algunas de sus historias muy lineales, en el sentido de que todo ocurre de manera pausada, sin altos ni bajos, que ciertamente es un estilo en si mismo, pues solo Chabrol lo consiguió.
En este caso pensaba, ¿algo tiene que ocurrir, pero que sucederá? porque con Chabrol nunca se sabe, debo decir que no me esperaba esa historia tan intrínsecamente perversa, porque yo me creí a Huppert, si yo hubiera sido la chica me hubiese engañado totalmente, me convenció de que era una persona buena, servicial, que está en todo detalle, que se preocupa por todo y de que todos estén bien. Por eso cuando se descubre todo me quedé del todo sorprendida, no daba crédito. En el cine de Chabrol todo pasa de puertas adentro, las cosas se suceden por debajo, con esos personajes tan socialmente aceptados, con su punto cínico que a la hora de la verdad son los que más tienen que callar.
Cuando Mika vuelca la cafetera a propósito, o cuando le tira el agua hirviendo a su hijastro, creo que lo hace por que no puede evitar ser como es. Una frase que la define como personaje, una que dice al final: "No me hace falta amar, es suficiente decir "te amo" y la gente se lo cree" o "cuanta más maldad siento más buena soy".
Y lo que hico con la primera esposa del marido y con la chica, cuando confiesa con total naturalidad que es así por naturaleza. Ese último plano con sus ojos en lágrimas cierra la película de manera magistral, sin decir nada lo expresa todo.
También diré que "Merci pour le chocolat" se mantiene en todo momento por el gran trabajo de Huppert, me desconcierta de todas las maneras, el doble fondo de todo lo que hace, solo ella sabe hacerlo así y quedar tan divina.
Después de ver a Huppert aquí, ya no me voy a fiar de las buenas maneras de nadie, nunca se sabe que se esconde detrás de cada apariencia. Me has encantado querida Huppert.


Dedicado para Malvina.

3 comentarios:

  1. Por fin pudiste ver esta peli, preciosura de personita. Captaste muy bien a Chabrol en esta historia lineal que trata de contarnos a “medias” porque las miradas, a veces dicen mucho o no dicen nada, y así nos logra envolver en la trama (que desde el inicio nos “desnuda” el suspenso) y nos introduce en la historia, para que nosotros interpretemos sus personajes y el final abierto o ambiguo, como lo hacía Ingmar Bergman. Me gusta es poco tú entrada, me emociona mucho, ya sabes lo que significa Huppert para mí y esta peli, donde ella se luce y nos muestra su maestría interpretando personajes tan complejos como el de Mika. Personalmente me produce rechazo su actitud perversa, como bien lo dices, te engaña muy bien (y eso ocurre frecuentemente) nunca hay que fiarse por las apariencias, mi querida Mar. Este realizador vino a cumplir lo que hubiera querido Hitch, por eso lo homenajea de alguna manera asemejando su relato con “Notorious” con Cary Grant e Ingrid Bergman. Te entiendo que cueste al principio involucrarse en la trama, pero Chabrol le encanta jugar con nosotros y romper con los esquemas “pre-establecidos” para un determinado género en este caso el suspenso. Más bien a él le interesa exponer la complejidad de las personas comunes de una sociedad en este caso de la burguesa que vive inmersa en un mar de hipocresías y falsas apariencias, de ahí que con este film es muy crítico e irónico en su narrativa cinematográfica. A su vez encaja perfecto con Huppert que le gusta interpretar estos personajes como el de Mika bajo una máscara de mujer agradable y servicial, una fachada que encubre sus verdaderas intenciones de perversidad. Acá es cuando la perturbada psiquis de esta mujer interpretada por Huppert es para nosotros tan bien lograda y nos tenemos que rendir a sus pies.

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  2. Te diré Mar, el que no conoce los trabajos de Chabrol y ve este film, seguro que se siente defraudado porque rompe con la intriga de buenas a primeras ya que sabemos desde el principio de la trama la maldad de Mika, quienes son sus víctimas, pero no se comprende que en realidad Chabrol nos involucra, nos envuelve cuando nos hace partícipes a nosotros cuando tenemos que interpretar: el por qué de esa maldad y desquicio mental en Mika, por qué lo defiende y protege “a su manera” a Guillermo, el hijo de su marido, la hipocresía y poca importancia que le da el pianista a la muerte en dudosas circunstancias de su primera esposa, a pesar de que intuye que “algo” no es normal en Mika y que hay ciertas situaciones que se repiten pero al final cuando descubre todo, sigue imbuido con su piano. Creo que ahí está la clave ontológica que le confiere Chabrol al suspenso, mostrando cuan sombría puede ser la mente humana en una clase social alta que parece no tener fisura, puede ser tan perversa y dañina y permanecer en un apariencia de corderito bueno. Pero claro, ¿cómo escarbamos la verdadera personalidad de Mika? A través de esos planos a Huppert que nos muestra una mujer con mirada pétrea y una amabilidad tan trabajada en sus gestos, que nos mete miedo (por lo menos a mí) por la maldad que almacena su alma y lo maquiavélica que resulta ser, porque como bien nos citaste, Mar en esa frase de Mika, podemos intuir (es lo que quiere Chabrol) que necesita hacer el mal para sentirse bien, y acá entra las huellas psicológicas de la infancia de Mika, para comprender lo poco que se puede ese desorden mental que la lleva a sentirse satisfecha provocando el mal a los que la rodean, una forma posesiva que podría hasta poner en jaque al propio Freud. Bueno, el fin es insuperable, abierto, en clave interpretativo para nosotros ese rostro de Huppert y su posición fetal en el sofá, con el piano de fondo, que nos invita a tratar de entender (sí cabe) esa maldad que nos perturba. Sé que me fui de más con el comentario, pero fue imposible evitarlo, Mar. Te quiero agradecer de corazón la dedicatoria y más con esta peli. Mil gracias. Y me súper gusta que admires a Huppert y Chabrol. Un beso grande, me voy feliz de Cosas de Mar: por el post y las imágenes capturadas y por haberte cruzado en esta inmensa Red. (P/D: siempre me gustan tus P/D). Malvi.

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    1. Querida Malvi, si algo es cierto es que Huppert es única haciendo estos personajes, si en su lugar ponen a otra no sería lo mismo ni parecido, no solo dota de gran credibilidad si no que se crece y se la ve tan cómoda, como si estuviera escrito expresamente para ella, demostrando una gran inteligencia, intuición y técnica. Tampoco entendí como al final cuando confiesa ser una perversa el marido tampoco se sobresalta demasiado y va al piano como si nada, te respaldo en eso de que la clase alta parece no tener fisura, y cualquier cosa se tapa para mantener la perfección y la apariencia. La mirada de ella al final lo dice todo, es más la vemos en estado de emoción, como si se diera cuenta de sus actos y de su maldad irrefrenable, la postura fetal la interpreté como si quisiera esconderse del mundo. Un retrato sicológico digno de estudio. Que grande era Chabrol! Un beso Malvi.

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