Confidencias y Silvana Mangano.

Acabo de ver el homenaje que dedicó la Rai a Silvana Mangano, que Malvina me descubrió y agradezco enormemente, me embarga la emoción, me ha parecido una joya y me he emocionado en muchos momentos, en especial ver a Mangano hablando tan mayor, las declaraciones de la hija que me dejan sin palabras, al igual que todos los que hablan de ella, convierten el mito o la estrella en una persona humana y real, con su tristeza, alegría, éxitos y oscuridades. Si hay algo en lo que estoy del todo de acuerdo, es cuando hablan de que detrás de esa belleza existía tristeza, una belleza triste, a la que añadiría una gran nostalgia, quizás ese enigma convirtió a Silvana Mangano en una estrella europea irreemplazable y única. Hablamos de belleza pero en realidad hacemos referencia a la personalidad, carácter, espíritu.
Me da mucha pena la tragedia personal que vivió, pero como siempre digo me quedo con lo bueno y con esos personajes tan maravillosos que nos regaló, ahora si que voy a verlas todas, "La gran guerra", "Mambo", "Las brujas", "Le scoppione scientifico"..  "Ojos negros" con Mastroianni.
Por eso este pequeño homenaje a "Confidencias" (Gruppo di famiglia in un interno) de Luchino Visconti, un film que me encantó y que me llegó, es para mi una película especial, si tuviera que elegir solo una de Visconti sería esta. Y fue aquí donde descubrí a Silvana Mangano, recuerdo que hay algunas escenas concretas en que su personaje capta toda la atención, hay una en especial que puede parecer muy irrelevante, que sin embargo esta extraordinariamente interpretada, casi al final cuando están los personaje sentados en el sofá, y Silvana está al lado de la hija fumando, hay un momento en el que posa su brazo en el regazo de la hija, me resultó tan natural, el dominio que tiene Mangano en esa escena, que me quedé enamorada de su personaje, de Visconti y de toda la película.
"Confidencias" tiene cierto toque neorrealista por extravagante que parezca , en el sentido de como aparecen los personajes de una manera tan imprevisible, y como se meten en la casa del señor coleccionista de arte (Burt Lancaster) y en su vida misma. Las situaciones se dan de manera tan fácil, que te atraen hacía ese mundo que tan bien dibuja Visconti.
De nuevo la familia y la clase burguesa, con sus secretos y miserias. La hija (que me encantó), el hijo, el amante de la madre (único Helmut Berger) y por último la madre, con ese pérfil de mujer burguesa adinerada, soberbia, temperamental, Mangano lo hace suyo de tal manera, que le da cierta humanidad y sofisticación, mezclado con mundana exquisitez. De toda la filmografía de Visconti, mis tres personajes femeninos favoritos serían: Maria Schell en "Notti Bianche", Mangano en "Confidencias" e Ingrid Thulin en "La caída de los dioses."
Lo que es la realización artística, en cuanto decorados, ambientación, (pues la casa es un personaje más), es impecable, adoro esa decoración de ambiente intelectual, lleno de libros, muebles antiguos, acorde con el personaje protagonista, Lancaster, que está excepcional, junto con "El gatopardo" de lo mejor, me encantaba este actor y creo que en su madurez dio lo mejor de sí, con esa mirada y esa fuerza tan genuina.
Al final la soledad impuesta embarga al personaje de Lancaster, en una última escena que me sobrecogió y emocionó.
Una familia desconocida que invade la casa de un coleccionista de arte maduro, y que poco a poco se crea un vínculo de dependencia y por último afectivo, donde saldrán a la luz reproches y oscuridades de cada uno de ellos.
Una joya, una obra maestra, al igual que con "Muerte en Venecia", no existe una palabra exacta para definir la perfección del arte en forma de celuloide. Es el cine desnudo, es el alma de Visconti que llama a nuestra puerta.