jueves, 5 de septiembre de 2013

El Rito de Ingmar Bergman

Si algo es cierto que ciertas películas me superan, en el sentido que no se como hay que interpretarlas, si de manera seria o de manera liviana, "El Rito" es una de ellas.
Recuerdo en una entrevista a Bibi Andersson donde decía que nunca entendía a los personajes de manera intelectual si no que los interpretaba desde la intuición, al escuchar esa frase de Bibi me di cuenta que mi manera de entender el cine es igual al de ella. Son sensaciones puramente intuitivas, por eso a veces se nos hace difícil entender el contexto o el sentido que se nos quiere dar desde una parte puramente intelectual o racional.
"El Rito" un telefilm realizado exclusivamente para la televisión sueca, que después Filmax la lanzó al mercado en una edición limitada.
Tres actores de teatro que se ven abordados por la censura, y tendrán que pasar un exhaustivo test por el juez que lleva el caso, el encuentro entre ambos será un duelo, donde fantasmas y angustias del pasado saldrán a flote.
El punto básico de todo, es la neurosis que embarga a los cuatro personajes, una neurosis consciente hacía el deseo, la sexualidad, el miedo, que sin desearlo los une en un ambiente asfixiante y enfermizo.
En este caso el peso teatral que lastra toda la historia resta credibilidad hacía lo que nos cuenta, sabiendo el espectador que todo es una especie de pantomima, juego o diversión.
La única presencia femenina Thea, una epiléptica con tendencia a tartamudear, de personalidad frágil capaz de satisfacer los deseos de quién tiene delante de manera inconsciente. También hay que decir que "El Rito" sin Ingrid Thulin enseñando centímetros de su piel sería un telefilm sin pena ni gloria, con todo respeto pero sé que llevo razón.
Impregnando de deseo toda la pantalla, pero esta es una sensualidad palpable, una carnalidad que casi se puede tocar, primeros planos directos, que te hacen partícipe como una pieza más dentro del juego.
La famosa escena cuando Thea sale medio desnuda pintada de payaso, ofreciéndonos el lado más penoso del ser humano, o ese diálogo sexual entre Gunnar Bjornstrand y Anders Ek hablando de como poder satisfacer a Thea. La escena final es como el éxtasis contenido durante toda la película, ahí si que Bergman me ha pillado por completo, la verdad que no entiendo esa escena, ese número pantomímico con las máscaras, el impacto visual entre lo grotesco y lo perverso, una provocación sin más, a grandes rasgos no hay más que entender.
Me gusta "El Rito" porque es atrevida, porque se ríe de los métodos de la censura, y porque los tres actores son una gozada (en especial Thea).


4 comentarios:

  1. Preciosa, Mar: me encanta como comentas las películas del sueco. Para el que no vio este telefilm, lo mira al instante. Le imprimís algo a tus comentarios y yo te logro comprender en cada palabra, tal vez porque también me gusta el cine sueco con este gran cineasta. Vamos al film (luego que tú también piensas lo mismo) creo que sin Ingrid Thulin, no sé que sería este producto de Bergman. Sí bien están todos los actores a su altura. Ella llena la pantalla, la historia, el relato, todooo…. Déjame decir, que me encanta su boca y sus ojos. Ver esos planos a su cara, con esos grandes ojos, tan expresivos, que acompañan la trama, es majestuoso. Me gusta la sensualidad que desprende, en esa foto que seleccionaste, en la escena que está en la cama con Sebastián, mortal. La parte que está en el camarín con el make up de payaso, como bien dices muestra esas miserias humanas en la que todas como personas muchas veces caemos, en este caso con el alcohol y una vida que pareciera que ni le pertenece a ella ni a nadie, en eso Bergman magistral para mostrarnos. Sí totalmente de acuerdo contigo, que esa puesta teatral, le anticipa no sólo el género de la trama, sino también la historia, pero como tú inteligentemente lo resaltas, nuestro sueco, nos desconcierta en la última escena, ahí entendí el por qué del título, aunque la historia fuera adivinada desde la primera escena. Por eso me gusta Bergman. El final puede tener muchas interpretaciones, dependiendo en el baremo en el que lo mires. O sea desde qué perspectiva interpretes ese Rito. Ahí entiendo, que Bergman nos da cierto poder a nosotros para entender el final, aunque seguro no se parecerá al que él concibió. Yo como espectadora, entiendo que hay una mezcla simbiótica entre las historias de los investigados y el juez. Es decir que el juez de instrucción que los investiga siente un gozo al interrogarlos a los actores, para mí se siente bien, viendo el miedo en el otro, ese miedo que él mismo experimenta desde niño a su actualidad. Pero ese disfrute que tiene el juez en ese marco profesional como abogado y juez se revierte con ese “rito” que hacen los encausados en su propio marco, esta vez desde la actuación y que llevan a la muerte al juez de un paro cardíaco. Puede que resulte ridículo para el que no conoce los trabajos de Bergman. Sin embargo, el director quería mostrar como bien dices tú, la neurosis de cada uno de los personajes y cada uno en su contexto de vida, uno como juez y los otros como actores, respetando el ámbito. De todos modos, hasta ahí todo bien, pero nos termina desconcertando el montaje de ese rito, el texto, el simbolismo utilizado, por eso te entiendo, Mar. Yo comprendí el sentido teleológico del rito, esa finalidad de que el juez experimente por lo mismo que los encausados, pero no entiendo su contenido, o sea el montaje de máscaras, las figuras fálicas, la sensual Thulin a pecho descubierto, ese tambor… Uiiii nooo me re entusiasmé Maaaaaaaaar….., mil perdones, me voy. Gracias por este post. Besotes, querida amiga.
    Malvi.

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    1. Que gozada de comentario, me encanta que te expreses tan divinamente, me he aclarado mucho ya que no lograba descifrar el final, ahora sí lo entiendo. En un principio dudaba si realmente se trataba de una buena película, pero después de leerte me alegro de haberla elegido. Esos piropos a Ingrid Thulin, como se nota el buen gusto hacía el género femenino, no puedo estar más de acuerdo, esa boca es un sueño, y esos ojos oscuros, pero claro que voy a decir yo. La escena de payaso hay que reconocer que es muy brillante, porque no sabes si reír o conmoverte. Al final me quedo satisfecha con ese comentario espléndido.
      Un beso!!

      P.D: Me encanta que sean tan largos tus comments.

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  2. Hola Mar :)
    Comento sin conocer esta pelicula...
    Solo puedo agregar lo siguiente:

    1.- Yo llegue a Ingmar, gracias a Ingrid <3... por Autumn Sonata obviamente.
    2.- Solo con ver esa pelicula me quedo claro que el señor Bergman trabajaba muy bien las miserias humanas, los mas oscuros y bellos sentimientos y recuerdos que podamos tener en algun momento de nuestras vidas.
    3.- Cada cosa que nos gusta, nos gusta de manera intuitiva... No tengo la menor idea de como trabaja el cerebro humano, pero como animales que somos y aunque poseemos cierta conciencia de nuestros actos, el 90% de nuestra vida nos guiamos por las diversas emociones que nos generan las personas, los olores, sabores, sonidos, paisajes, musica, libros, etc, etc...
    4.- A raiz del 3er punto, llego a la siguiente conclusion: El cine de Bergman es tan atrayente, tan envolvente y tan misterioso, porque logra despertar en nosotros esa intuicion gracias al magnifico trabajo realizado con los dialogos, los objetos de utileria, la escenografia, el maquillaje, vestuario... y lo mejor, las geniales actuaciones de estos grandes actores :)


    Ah... y agregare este film a mi lista de peliculas por ver de manera urgente.


    UN BESO Y UN ABRASO DE OSO.

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    1. Mi querida Waleska, esta mañana cuando he visto este mensaje me ha alegrado mucho. No podría estar más de acuerdo, y lo cierto es que yo también llegué al cine de Bergman por "Sonata de otoño", solo por la intensidad dramática de la historia, es de esas pelis que no se olvidan. Ni yo misma me habría explicado tan bien como tú.

      Muchos besos!! y gracias por ese abrazo de oso que me ha llegado!

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