viernes, 26 de julio de 2013

Persona.

Si bien "Persona" es una de las obras más inquietantes y enigmáticas, impecable en la utilización del lenguaje cinematográfico, y con una de las mejores fotografías que se han realizado.
La primera vez que vi "Persona" no la entendí, de hecho no entendí nada, pero había algo en ella, una esencia que había captado mi atención. Después de leer mucho sobre ella, opiniones de la gente, criticas, pude descubrir la grandeza y magnitud de "Persona". Y fue leyendo a los demás, donde empecé a comprenderla.
Una historia simple en forma pero no en fondo, sobre Alma una actriz de teatro que interpretando "Electra" se queda muda sin explicación alguna, y será junto con una joven enfermera y una casa al lado del mar, donde se descubrirán pasajes ocultos de las vidas de ambas.
Básicamente se centra en la acción de hablar y ser escuchado, la sumisión del silencio como protesta de disconformidad hacía todo lo fingido, lo falso, bien sea en el teatro o en la propia vida. Alma (una irrepetible Liv Ullman) que con una gran fuerza mental se sumerge de lleno en ello.
Y por otro lado Bibi Andersson, (por la que sobran las palabras), una joven natural, espontánea, que se siente feliz por ser escuchada por vez primera. La química entre ellas se hace evidente, hasta que Bibi Andersson una noche, en la que las dos han bebido, de repente libera su mente explicando un encuentro sexual en la playa, en la que me parece una escena increíble como pocas, la contundencia de cada palabra es arrolladora y como ella lo va explicando y a la vez el espectador imagina lo que escucha.
Siempre he pensado que las palabras tienen más fuerza que las imágenes, una imagen aunque impactante se acaba olvidando, pero las palabras se clavan y te atrapan con más fuerza.
Al final se confunde lo racional con casi la locura, las dos parecen formar parte de una misma persona.
Bibi Andersson acaba por sentir rabia y odio hacia la sumisión de Alma, también se siente avergonzada por haber contado un pasaje tan íntimo de su vida. Así en una explosión de ira, donde el desconcierto se hace latente, termina "Persona", como un jeroglífico indescifrable, donde la línea entre ser y parecer se confunden en una sola cosa.

Las dos protagonistas en una preciosa imagen del film.

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