martes, 30 de octubre de 2012
Pies desnudos sobre las babosas (Pieds nus sur les limaces)
Antes de verla sabía que me iba a gustar, quizás por las actrices, por el trailer, o por la historia en si. La dirección artística es magnífica, como combina los colores sin artificio alguno, de una manera tan personal y convincente. Diane Kruger y Ludivine Sagnier absolutamente brillantes, hacia tiempo que no veía unas interpretaciones tan convincentes y tan reales. Me encantó Diane Kruger como combina un personaje tan serio, estricto y clásico con una dulzura, humanidad y cercanía que pocas veces he visto, en ningún momento da la impresión de estar actuando, es un personaje tan real y reconocible que es fácil identificarse con el. Y que decir de Ludivine Sagnier la película enteramente es ella, haciendo su mejor personaje, lejos de cualquier artificio erótico o sensual, su personaje no va por ese camino si no todo lo contrario. Siempre intuí que esa chica tenía un gran talento dramático, más allá de ser únicamente una cara bonita y aquí lo demuestra. Lily es un ser tan lleno de ternura, es como la inocencia personificada, una niña que no quiere crecer y que necesita rodearse de la naturaleza donde encuentra su verdadero espíritu y su razón de ser, mientras que Clara es todo lo contrario casada con un abogado, es típicamente una chica de ciudad que dedica su vida al trabajo y a su marido, un hecho trágico hará que las dos hermanas se reencuentren pero no sólo eso, si no que será un viaje hacía los sentimientos más profundos y humanos de las dos. Lily (Ludivine Sagnier) es un personaje totalmente excéntrico imposible de describir, una taxidermista que hace cosas creativas con las pieles de los animales (cuando estos no están vivos) así como zapatillas, collares.. un rasgo de su personalidad a destacar es que tiene por costumbre tratar de forma infantil temas que son de adultos así como el sexo, eso es algo que me sorprendió mucho del personaje y como la directora tiene especial interés en destacar esa particularidad. Me gustaron mucho las escenas cuando Clara baña a Lily en la bañera, mostrándonos de que Lily es un ser muy especial. Otra seña de identidad de Lily son los pasteles de colores, y la comida en general, la vemos comer compulsivamente dulces y bocadillos, quizás en un intento de olvidar el hecho trágico que la unió a su hermana. Es una película repleta de escenas particulares, pero lo que más te llega, (eso es algo que pocas veces se da), es la gran química entre Diane Kruger y Ludivine Sagnier, se adoran, transmitiendo una sensibilidad que traspasa la pantalla. Una escena que destacaría es cuando Lily desaparece y vuelve a aparecer después de unos días, el reencuentro entre las dos, como se abrazan y como lo sienten, transmite una verdad tan intensa y absoluta que te conmueve y te llega. Podría destacar muchas escenas que me gustaron, todas ellas llenas de originalidad, y con un pulso creativo digno de una gran directora como es Fabienne Berthaud. Profundamente la película persigue el sueño de hacer realidad la utopía de la libertad, de no condicionarse por nada ni por nadie, de que la naturaleza y el ser humano están ligados con lazos fuertes, de que lo humano una vez más está muy por encima de cualquier cosa que se pueda comprar con dinero. Una película que deseas ver una vez más porque está llena de cosas buenas, sólo las historias que nacen desde el afecto y desde lo más personal de su creador son las que más se quedan en tu corazón.
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